VINUESA

Vinuesa, como te echamos de menos…

Acostumbrados estamos a vivir el momento de inmediato, a no dejar escapar ni un ápice de adrenalina.

Pues el mundo nos demuestra una y otra vez, como en una constante, que todo es alcanzable, si se trabaja duro para conseguir el objetivo.

En Vinuesa tuvimos 4 días de locura sana, de adrenalina a tope, de emociones amarradas en corto, pues lo bueno dura poco, pero libertad profundamente real.

Somos sabedores de lo que esconde esta tierra, de lo bueno de habernos encontrado en ella, de la naturaleza que alberga y de la fauna que aquí perdura con el paso de los años.


Las bicicletas son para el verano.

Vinuesa tiene un secreto que muchos guardan y pocos conocen, una villa medieval que alberga más historia que piedra, hasta los romanos hicieron de este su refugio.

Y que nos dieron los Romanos?

– Las carreteras.

–Evidentemente las carreteras, eso no hay ni que mencionarlo, hombre. Pero aparte del alcantarillado, el acueducto y las carreteras…

–La irrigación, la sanidad, la enseñanza, el vino, los baños públicos, el orden público.

–Bueno, pero aparte del alcantarillado, la sanidad, la enseñanza, el vino, el orden público, la irrigación, las carreteras y los baños públicos, ¿qué han hecho los romanos por nosotros?».

A parte de la fábula y la maravillosa película «La Vida de Brian» creo que nosotros hemos dejado un poquito de nuestra esencia aquí, ahora quizás habría que preguntarles a ellos.

Fuimos acogidos con mimo y quizás si cabe con un poco de incertidumbre, como se comportarían estos muchachos?

A la vista está, que no solo guardamos las formas, sino que también quisimos ser partícipes de ella.

Me explico, queríamos ser un visontino más, empaparnos de su cultura, de su forma de vida degustar su gastronomía.

Y entender porque generación tras generación han sabido alimentar las ganas de disfrutar de esta buena tierra.


Vinuesa


La playa Motorbeach nos esperaba con los brazos abiertos, kilómetros y kilómetros de arena virgen al alcance de muy pocos, para rodar libres.

Nueve millones de metros cúbicos de agua dulce para nadar, así que hicimos acopio de colchonetas gigantes y nos hicimos al embalse, diversión asegurada y muchas risas.


Esto es Motorbeach!

Otra forma de sucumbir a la libertad, más allá de apretar la manetas de nuestras motos y sentir el cálido aire en la cara.

La libertad es una palabra que se escucha mucho y se practica poco, por suerte, aquí es por ley sentir cada una de sus letras y practicarla sin miedo a nada, pero con todo el respeto que merece.


Al agua patos!!!

En una de tantas escapadas, decidimos visitar a pie Vinuesa, decidimos degustar los manjares que se exhibían en los restaurantes.

En Vinuesa se come muy bien, lo saben buena parte de los Motorbeachers que acudieron este año a las rutas moteras organizadas por el festival, así como las escapadas solitarias para conocer dicha tierra y su gastronomía.

Pues la piedra angular de su cocina son las carnes a la brasa, con una ganadería que pasta libre a los pies del Pico de Urbión, es curioso que hayamos compartido casa durante estos días.


Vinuesa
Me comería hasta la foto.

Se sabe de esta zona, que en Otoño es época de recolecta de setas y hongos, quizás una buena forma de no sólo visitar esta tierra en julio.

Si no de hacerla el resto del año, si lo piensas sería deshonesto no degustar lo que la naturaleza ofrece.

Por lo cual era tan importante para nosotros, respetar y conservar el espacio cedido por los vecinos de Vinuesa para el festival.

Como si se tratase de nuestra propia casa, al fin y al cabo aquí es donde crece el pulmón de Soria.

Para ellos y ellas esta zona significa vida y es esa la razón más importante para que hayamos descargado aquí nuestra filosofía, naturaleza y libertad.

MOTORBEACH 2023


Tan solo es una pelota dejarla vivir!!
Tiempos salvajes

 

Motorbeach espera, en un ciclo continuo de belleza en el pinar más grande de Europa (Vinuesa).

Viajaré con el recuerdo intacto del chico que invitaba a cerveza en lata, llevaré enseres de esta índole para revertir el tiempo.

Acamparé al lado del embalse, no creo que exista amanecer igual en el mundo.

Disfrutaré de lo vivido y lo que está por llegar, regresaré cargado de nuevas historias para contar, cientos de fotografías y un millar de nuevos amigos.

Pero aseguró a los presentes, que será de nuevo único, libre e irrepetible.

SALUD Y MOTORBEACH


Y AHORA UN CUENTO BREVE

Aquí mi locura

Al adentrarnos calle arriba, después de sucumbir a la idea de encontrarnos con una sorpresa grata, avanzamos por una estrecha calle, de unos veinte escalones de piedra gastada.

Como si nos llevara a algún lugar diferente, al fondo se vislumbró la puerta de una casa de reja oxidada.

En ella a modo de timbre, asomaba de forma cilíndrica esta imagen que se ve en la última diapositiva.

Quizás sea porque soy un amante de las causas perdidas, desarrollé todo un arsenal de historias varias.

De cómo esa imagen que forma un cuatro con cola podría ser una especie de acertijo, un nueve a modo de advertencia, las generaciones que por ella pasaron, escondite de piratas en tierra o un unicornio puerta a otra vida paralela y un sinfín de ideas alocadas más.

Aunque creemos que escondía algo más profundo, ante la promesa de que así fuera, hicimos por descubrir un significado más locuaz, aunque sólo encontramos silencio.

Igual en tu próxima visita hallas la respuesta apropiada o finalmente te unes a mi club de «causas perdidas».