Amanece en silencio en los prados del Motorbeach. Apenas se mueve nada, nadie creería que en ese mismo recinto, apenas unas horas antes, se vivió otra noche mágica. Otro gran concierto, después del anochecer, otra vez miles de personas se dieron cita para disfrutar del cartel musical.
De repente, suena un ruido que sólo los amantes del surf reconocen. El ruido del invento golpeando la tabla, cuando alguien se dirige corriendo al agua. Para muchos, no sólo es un festival, es una oportunidad de disfrutar de olas, pues muchos de los que asisten al Festival, vienen de puntos donde no hay mar o donde no hay opción de Surfear a diario, para ellos la posibilidad de coger olas todos los días, es un reclamo mayor si cabe que, los grandes grupos musicales que vienen, las rutas a diario que las motos Custom hacen por las sinuosas rutas de montaña, que rodean el concejo de Caravia, aunque todo forma parte de un PLAN PERFECTO.
Como si un efecto llamada fuera, poco a poco se oyen abrir las puertas de las furgonetas allí aparcadas. El rumor de que hay olas, ha pasado por la zona de acampada y nadie quiere perder la oportunidad de empezar el día de esta forma. Unos más animados que otros, las horas de sueño pesan, pero las olas llaman, y sin duda el baño de la mañana será el motivo de muchas conversaciones que surgen, mientras se disfruta de una cerveza, al calor del Rock and Roll.
Muchos de ellos son veteranos, de los “Surfing Trips” (Viajes de Surf), miles de kilómetros en sus furgonetas, aquellas que se han convertido en segunda vivienda y que tienen un nombre cariñoso, son las que reciben los mimos y cariños. Es una relación consentida por las dos partes de la pareja, la furgo, es una herramienta fundamental para realizar los viajes soñados.
En ese pequeño habitáculo, hay miles de sueños guardados, mapas con rutas realizadas y muchos por realizar, una vida que va en busca de la ola perfecta. Esa que encontrarán en Caravia. No es una ola de campeonato, igual no es un “Tubo”, sino la que disfrutes con tus amigos o con tu familia. Ver como tus hijos van creciendo y van surfeando mejor, ya no te queda nada que enseñarles, igual con el tiempo ellos te enseñan a ti.
Los Surfers son así, un pequeño reducto de gente tranquila que buscan sus olas, y sus momentos. Esas reuniones improvisadas alrededor de sus «casas», antes de ir al Festival y disfrutar de otra noche de Magia.
Pueden que pasen los años, y que los kilómetros se noten tanto en los dueños de la furgoneta como en sus propietarios, pero lo que nunca cambiará será las ganas de viajar y disfrutar.
Nos vemos en Caravia, en nuestra ola!!