A LO LOCO Y SIN CASCO

La Hormigonera es la moto que traerá al Bike Show Invitacional «Colebrero» un muchacho asiduo al Motorbeach Festival.

Donde atrapa con sus trastos y no deja indiferente a nadie, revivirá su primer Motorbeach, con la moto que le vio nacer, como constructor de motos únicas.

A partir de ahora queda patentado, el estilo Colebrero.



¿COMO HICISTE LA HORMIGONERA?

Sin puta idea, con un presupuesto paupérrimo de 70 +40 €, muchas horas de taller e imaginación, sin saber muy bien cuál sería el resultado final, de este amasijo de hierros.

Así nace esta historia, entre la maquina y el hombre.

Carlos Colebrero, es carpintero de profesión, una labor que empezó a ejercer a la edad de 14 años, cuando andaba como pollo sin cabeza con su 125.

Regalada explícitamente por sus padres para ir al instituto, cosa que evidentemente no hizo.

¿Y por qué no fue al instituto? Porque la cabra tira al monte y era infinitamente más divertido y loco abrirse la cabeza con la moto, que abrirla para introducir datos.

Cuando era un crío, ni cascos ni ostias, haciendo piroladas todo el día por el monte, sin miedo a nada.

29 años de profesión, que fue cogiendo forma cada verano cuando las notas no traían buenos resultados.

Mi padre todos los veranos tenía preparada la lijadora para mí, así aprendí esta profesión que tanto trabajo me ha dado desde entonces.


Jorge el «Bombero» 107 y la Hormigonera

LAS MOTOS EN LA ADOLESCENCIA DE CARLOS COLEBRERO

A mí las motos de serie nunca me han gustado, siempre he sentido la necesidad de destrozarlas, todas y cada una de ellas.

Las pintaba con colores vivos, les cambiaba el manillar, se hacían notar, vaya.

Todo el pueblo sabía que esas motos eran mías, siempre me ha gustado ir por el otro lado del camino abriendo el mío propio, a contracorriente.



LA HORMIGONERA PROCESO

Sin puta idea, sin un duro, lo primero que hice fue comprar un motor 3 CV de hormigonera, me lo vendió un colega y le dije que con él, haría una moto.

Me dijeron que estaba loco, pero eso ya lo sabía yo, así que para adelante.

Le puse ruedas puch, con una curvadora de tubos hice un chasis, le puse la tija de una bicicleta, hice una rueda de madera para la correa, pues mi primer intento con una de un monopatín salió mal.

La hice de puta mierda, un aborto mal hecho de moto, en el primer Motorbeach que fuimos la llevamos y al arrancar se le cayó el manillar a suelo, tuvimos que soldarlo en el festi.

Por lo general voy con todo, sin saber el resultado, fallo y error como herramienta, así se aprenden las cosas, a la HD mi última transformación, le arrancamos la centralita y no arrancaba.

Me gusta que mis motos sean 100% recicladas, creo que tienen más valor, sin un puto duro y sin puta idea.

Recuerdo una vez a mi hija decirme «Papá, te acabas de comprar una moto, de señor» así que no me quedó más remedio que destrozarla.



SIN PUTA IDEA

La Hormigonera es un casi llego, pero me quedé sin gasolina, un te quiero pero arrancándole la «Q» a la palabra.

Es un amasijo de hierros que anda y eso ya de por sí mola mucho, como para hacerle hueco en el Bike Show Invitacional.

Que tendrá lugar los días 13 al 16 de julio en la Comarca de Pinares (Vinuesa).

Carlos Colebrero, trae consigo la HD 107 y la mini chevi, una moto echa con una bombona de butano que simula las míticas furgonetas de los años 60 hecha moto, sin puta idea, pero con todo el flow bizarro del universo COLEBRERO.



 

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