Los Locos de las Bicis y algo más
Hoy hablamos con Diego Ochoa, representante por sorteo forzoso de los Locos de las Bicis, y nos contará como es el devenir de este grupo de colegas amantes de las bicis chopper, entre otras cosas.
«Mi chiamo Diego Ochoa» lugarteniente del campamento base, «Los Locos de las Bicis» apodo que les hemos puesto, por imposición, porque se identifican con nuestro espíritu libre e inadaptado, tienen bicis y están locos, así que blanco y en botella.
Podréis verlos en cualquier edición del Motorbeach festival, que haya tenido lugar en este planeta tierra, u otro planeta de la órbita espacial más cercana.
Ataviados con la etiqueta de la locura, Los Locos de las Bicis, no es un grupo al uso, es una sensación de que todo puede ir a mejor, si aportamos ese granito de enajenación como seña de identidad.
Reservando parcela en tierras Sorianas y acompañados de otros dementes como La Familia Survival o los Ratts, compañeros de andanzas e historias para no dormir.
Se impregnan de fuego intenso, de cada hazaña narrada dentro del Motorbeach, adorando sus amasijos de formas y hierro forjado, para disfrutar gota a gota cada instante, como si no hubiera un mañana.
Se definen como los Gipsy del camping, y damos fe de ello que compartimos ceguera nocturna, de que así ha sido siempre. Pues en nuestro campamento, está permitido bailar sin remordimiento, la meditación pausada, si es que alguien te deja hacer tal cosa, beber hasta desfallecer, o desfallecer por beber.
Y pensareis, qué bonito debe de ser compartir dosis de esquizofrenia y saber que él lunes, todo volverá a la normalidad, en algún lugar del mundo, pero nunca en el nuestro.
El mundo a los ojos de un loco y sus secuaces.
Dicen tener locura transitoria, pero se respira en el ambiente otra cosa de mayor rango, por tanto os contaremos como hacer de su receta, la nuestra.
Propongamos un juego simple, alguien te pide hacer una bicicleta, tienes muchas opciones abiertas ante ti, puedes hacer una bici convencional o hacer otra casa.
Bien, aquí entra «la locura» comprendida como un cambio radical, de tu forma de ver el mundo, de tu decisión de adaptarse a lo establecido o tomar otro camino por la tangente.
Y en este punto de tu vida, decides cambiar radicalmente la estructura de la bicicleta, he aquí la aportación desmedida de lo inhabitual.
Desde la elección del marco, los frenos, los neumáticos hasta los detalles decorativos, todo lo que tu cerebro te dicte, todo lo que sea estrambótico y a ras de suelo.
Encogiendo las formas, ensanchando la horquilla, ruedas «gordas», manillares imposibles, un equilibrio sutil a escasos centímetros del suelo, pero realmente una obra maestra, salpicada de locura y algo de delirio.
Está seria sin duda la definición de locura transitoria, un cambio radical y efímero del momento vivido, un «algo para recordar» y un suspiro constante de un casi llego.
¿A dónde ?
¡Que más da!
La edición del Barro
Vamos a meter más ácido a esta receta milenaria, en la edición del BARRO, así denominada, por la cantidad de agua que no puedo absorber el suelo verde esmeralda del norte Asturiano.
Ocurrieron dos factores tremendamente pesimistas, agua a raudales y motos por doquier, creando surcos allá donde te llevara la mirada.
Y ante tanto pesimismo de unos pocos y el entusiasmo de él resto, se decidió llevar a cabo, un experimento social irrepetible.
Aunque para unos estaba claro que anunciaba fracaso, los locos movimos tierra batida y llenamos el festival de katiuskas verdes para el disfrute y goce de todos los que allí nos encontrábamos.
Los locos de las bicis, hallaron el camino a la redención, y adjudicaron cánticos y rituales para que aquella noche, fuera recordada por siempre jamás.
Recordamos con mucha alegría, los tres días del barro, caminar era una osadía, incluso aún nos reímos solo de recordar que Rafa (producción) nos tuvo que rescatar con una pala excavadora.
Mi locura transitoria «Diego Ochoa»
«Hace cientos de años, cuando el hombre pisaba por primera vez la luna, comenzó mi locura con las motos custom, al ver que una de estas atrocidades bellas, asomaba la rueda desde el maletero de un coche»
Comenzó a investigar y encontró un foro nacional de bicis chopper, donde hoy día conserva grandes amistades, siendo esta afición parte fundamental de su vida.
Garage Rules, Monkey Roll Fest o el Madriz Kustom-Monster Pedal, son algunos de los festivales de este estilo, que ha ayudado a poner en movimiento.
Lo que le dio pie, a organizar su propia fiesta chopper custom en su Rioja natal, el AIR OF THE RIVER, realizando dos ediciones en Logroño y una más en Murcia.
Un master del universo, de como juntar lo mejorcito en customizaciones en bicicleta, cargados de talento y ganas de pasarlo bien.
Hay dos cosas importantes en la vida de estos chi@s, las bicis y la birra y ellos tienen las tres.
Back Country Show
¿Y que narices es el Back Country Show ? Pues es una fiesta benéfica organizada, por la Asociación por la promoción de la cultura del skaeteboardin en La Rioja conocida como coloquialmente como la APCS.
En la que una vez al año Luis Pascual Domínguez (Coyote), un miembro más de los locos, abre las puertas de su rancho, a todo hijo de vecino, para acoger el Back Country Show.
Una fiesta familiar, tomando foco en el movimiento custom culture skate, motos chopper, american cars, el mundo tattoo y el barber shop.
Apoyando de igual manera al comercio local y bandas de rock and roll de la zona, el vino y la cerveza, están aseguradas y alguna que otra bizarrada, acompañan el devenir del festival.
¿Y si aunamos todas estas historias en una coctelera, que resultado obtenemos?
Pues aquí viene la cosa, el mundo del skateboarding, nace de la rebeldía de un grupo de surfers descontentos en los Estados Unidos de los años 60, cuando se les prohibió practicar su deporte en el mar, así que acondicionaron una tabla pequeña de surf, con las ruedas de unos patines clavadas a la tabla.
Algo que guardan en común los chicos de las Bicis, con los chicos del surf, es la rebeldía, esta es la respuesta correcta.
Ser rebelde no es bueno ni malo per sé, lo que se convierte en bueno o malo a ojos de otros, son las circunstancias que ocasionan esa rebeldía, pues si vives una situación de agobio, opresión o estrés, revelarse no es bueno, sino necesario.
Nuestra conclusión
Los chicos de las Bicis se rebelan contra el mundo establecido, creando un aura de locura colectiva, contagiosa y tremendamente divertida, y ese espíritu que respiran lo trasmiten dentro y fuera del Motorbeach, y es por eso que creemos que merecen ser conocidos.
He aquí al equipo de incondicionales del que podéis ser partícipes, en este 10º. Aniversario los días 13 al 16 de julio en la Comarca de Pinares (Vinuesa), porque contagiarse es gratis y necesario.
Asturias; Tober, Ana y Blanca.
Murcia; Paco y Pablo
Madrid; Arpy y Charly
Alicante; Abel, Ismael y Ángel.