El último coche deja el prado que formo parte del Motorbeach. Todo recogido y listo, sin dejar huella, como si nada hubiera pasado. Atrás quedan 4 días de Música, Gasolina y Salitre.
Miles de personas visitaron y disfrutaron del Motorbeach 2016. Caravia, forma parte ya, del corazón de visitantes venidos de todas las partes de España y parte de Europa.
Lo primero de todo es agradecer el gran comportamiento de los asistentes al Festival, nada destacable que reseñar, para un evento que llego a congregar 20.000 personas en los 4 días. Ni una mala cara ni un mal gesto, es algo que comentan, todos las personas que trabajaron en este evento. La organización tenía previsto 4 parkings para el Festival que se quedaron cortos. En seguida, vecinos del pueblo se acercaron para ofrecer sus prados y ampliar las zonas de parking y camping hasta el “Campo 12”
El jueves 21 abría sus puertas, puntualmente, y había muchos campistas en la zona, buscando la mejor ubicación posible, el ruido de las motos y los coches se mezclaba con el olor a gasolina y el salitre del Mar Cantábrico.
El Gypsy Wall of Death ambientaba a los primeros visitantes con sus versiones de grandes éxitos del Rock de los 80´s y 90´s, este grupo de artistas, últimos de su estirpe, fueron unos de los grandes animadores, del fin de semana, y claros protagonistas del Motorbeach 2016 con su “Wall of Death”. Dos motos desafiando la gravedad, ante la atenta mirada de grandes y pequeños.
Reverendo & New Preachers Boys y los Dj Ruizstar Dj y Nash Dj pondrían la música a este primer día de Festival. La puesta de Sol sería la imagen que todos se llevarán de Caravia.
El Viernes era uno de los días fuertes. El Surfing empezaba muy pronto, de mano de Pepe Birra, como Director de Competición, los Longboarders ocuparían su lugar en la playa de la Espasa, en un Campeonato con 3000€ en premios, el Longboard más clásico y puro, el Logging mandaría. Tablones sin Leash ni tapón y prohibido cualquier atisbo de maniobra moderna, sólo fluir con las olas en armonía con el mar.
Los Stands y Food Trucks se llenaban de clientes en busca de ropa de moto y surf, y de saciarse con , cocina de todas las partes del mundo, Sabores asturianos, indios y gófres para los más golosos. Miles de litros de cerveza para saciar la Sed y como siempre una gran banda sonora de fondo. Black Horde, Durango 14, The Allnighters, Eddie & The Hots Rods y Dr Feelgood, lo dieron todo para los miles de amantes a la buena música que se dieron cita.
Las motos son parte muy importante del Motorbeach. La ruta en moto por la geografía asturiana hace que se den cita cerca de 500 motos. Este año partía de la playa de Espasa y subía por las sinuosas carreteras del Fitu, emblemática subida que da cabida a uon de los Rallies más prestigiosos que se hacen en la región. El destino Arriondas, parada y fonda en el Chiringuito Motero de Arriondas donde Bea trato de lujo a todos los moteros que se dieron Cita.
Caía el Sol en Caravia y calentaban los micros en el Escenario, era el turno para Barracudas, Sex Museum, en su gira 30 años, The Godfathers, sin duda uno de los mejores carteles que te puedes encontrar en los carteles de los Festivales en España, Rock and Roll and Rythm and Blues del bueno, bandas muchas de ellas que llevan tocando desde los años 70 y que mantienen su esencia. Caravia vibro con su música, y fue el broche de oro, para la unión entre Música, Gasolina y Salitre, en quizás, uno de los mejores enclaves donde se puede hacer un Festival. Mar y Montaña
El domingo, con la resaca de lo vivido los días anteriores y el cansancio en el cuerpo se celebró la entrega de premios y reconocimientos. El Acto presidido por la Excmo. Alcadesa de Caravia María Salome Samartino y con la presencia de los organizadores del evento se hizo entrega, de las distintas categorías que competían. El campeonato de Longboard era para el francés Clovis Donizetti, quizás uno de los mejores en su especialidad y uno de los grandes del panorama mundial.
En coches el premio para los Betrayers desde Victoria y Bilbao con sus coches Hotrod. Magníficos coches, exponentes del estilo americano, de los mejores años la construcción automovilística.
En esta cuarta edición del Motorbeach, se han sumado al evento motos de todos los estilos. No solo los conocidos sino las derivaciones y la mezcla de estos que hacen a las motos diferentes y únicas.
La aportación del amateur, que en su garaje, tirando de horas, exprime su cabeza hasta lograr hacer de su moto una extensión de lo que en su cabeza va desarrollando como idea. Por supuesto, basándose en modelos o pinceladas que rastrea por la red y que van forjando una idea de lo que quiere.
La Triumph ganadora, cautivo al jurado desde el primer momento. Un altísimo nivel de acabado. Perfección en los detalles y con un toque diferente. No era algo comparable con las demás. Era única como fue única la BSA ganadora en la pasada edición. Es ese tipo de moto que resalta sobre las demás, por la razón que sea, pero que así es. Para el jurado aquí, no cabía otra decisión.
El Espíritu del Motorbeach se fue para Barcelona, Ruben Neps viajó con Sidecar para acudir a la gran cita. Ruben transporto la imagen del Motorbeach miles de kilómetros y se llevó el galardón más que merecido.
En cuanto a la furgoneta más bonita, fue muy difícil la decisión ya que se dieron cita muchas. El parking se lleno de verdaderas joyas de otros tiempos, cuidadas y mimadas por sus dueños. Al final la ganadora fue una Transporter Pick Up.
Los prados del Motorbeach quedan vacíos y recogidos, esperando a la edición del 2017, un Festival es mejor o peor según el público que asiste a él, el nuestro debe es magnífico porque vosotros hacéis que lo sea.
El año que viene volveremos con más música con más Gasolina y con más Salitre y sin ninguna duda con más amigos.
Fotos: Diego Ochoa ON THE ROAD
